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¿QUIÉN…
es población de riesgo de hipertensión arterial?
Alta incidencia de hipertensión en Chile
Un 26,7% de las chilenas y los chilenos tiene hipertensión arterial (HTA) y cerca de un 28% presenta sospecha de HTA según la Guía de Garantías Explícitas de Salud (GES) 2018 [1]. La prevalencia de hipertensión en la población de personas mayores de 65 años es aún más elevada, ya que este grupo etario presenta otras condiciones de salud concomitantes que incrementan el riesgo de desarrollo de HTA. Además, los procesos inevitables del envejecimiento promueven el desarrollo de enfermedades crónicas y enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión. En ausencia de comorbilidades e incluso en personas consideradas «sanas», la mayoría de nosotros podemos llegar a ser afectados por esta patología en edades avanzadas. En Chile, más del 11% de la población es mayor a 65 años, y un 33% del total tiene entre 52 y 71 años (INE 2017) [2], cifras que nos posicionan en inminente vulnerabilidad frente a HTA y enfermedades cardiovasculares.
Nueve de cada diez personas de más de 65 años en nuestro país declara consumir al menos un medicamento y cerca del 40% de las personas mayores consume 5 o más medicamentos en forma frecuente, incluyendo fármacos antihipertensivos como el Losartán, Hidroclorotiazida y Enalapril (ENS 2016/2017) [3]. El uso crónico de medicamentos para HTA es un aspecto fundamental del tratamiento, que permite evitar crisis hipertensivas y descompensaciones en los pacientes. La prescripción de más de un fármaco para el tratamiento de hipertensión es bastante común, ya que el manejo de esta patología puede requerir el consumo de medicamentos de tipo IECA y ARAII, además de diuréticos.
La prevalencia y severidad de HTA aumentan con la edad, y tanto los valores de presión diastólica como sistólica incrementan hasta los 60 años, luego de lo cual la presión diastólica comienza a decrecer, mientras que la presión sistólica continúa al alza. La relación directa entre HTA y edad radica en que el proceso de envejecimiento significa un desgaste sistémico [4] que promueve el desarrollo de enfermedades como la hipertensión, específicamente en el sistema cardiovascular y renal, que son determinantes en el progreso de esta patología crónica.
A pesar de que la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares son más frecuentes en personas mayores y se clasifican como población vulnerable, las y los jóvenes no están exentos de desarrollar este tipo de patologías. A nivel clínico, se reconoce un grupo de variables biológicas y conductuales que aumentan la probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares, que se denominan “factores de riesgo”. Los principales factores de riesgo cardiovascular que señala la Organización Mundial de la Salud (OMS) son la hiperlipidemia, hiperglicemia, el sobrepeso y la obesidad, el estilo de vida sedentario, el consumo excesivo de drogas lícitas como el alcohol y el tabaco, y la predisposición genética [5]. Cada uno de ellos es capaz de modificar de forma independiente la probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares.
Paralelamente, se ha definido el síndrome metabólico como una condición de salud caracterizada por obesidad abdominal, hipertrigliceridemia, nivel bajo de colesterol HDL (Lipoproteína de Alta Densidad), presión sanguínea elevada y nivel alto de glucosa en ayuno [6]. Pacientes con solo 3 de estos 5 factores del síndrome metabólico tienen un riesgo mayor de desarrollar enfermedades cardiovasculares o diabetes [6].
Factores de riesgo cardiovascular
La cifra de prevalencia de hipertensión en Chile no es de sorprender ya que el origen de esta patología no se atribuye únicamente al proceso de envejecimiento o antecedentes genéticos, sino también a aspectos de comportamiento, los denominados «factores de riesgo cardiovascular».
El Dr. Ramón Corbalán, cardiólogo de la Pontificia Universidad Católica de Chile e investigador del Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas (ACCDiS), se refirió a los factores de riesgo cardiovascular (FRCV) utilizados para estratificación según la Guía 2007 de la European Society of Hypertension (ESH) y European Society of Cardiology (ESC) en el seminario «Vivir con hipertensión arterial: consecuencias y cómo prevenirlas» el 7 de agosto de 2020.
Acorde a la Guía, son FRCV:
-Edad: en hombres, tener más de 55 años; en mujeres, tener más de 65 años
-El tabaquismo
-Dislipidemia: nivel de colesterol total mayor a 190 mg/dL o nivel de LDL (Lipoproteína de Baja Densidad) mayor a 115 mg/dL o nivel de HDL menor a 40/46 mg/dL o nivel de triglicéridos mayor a 150 mg/dL
-Glicemia entre 102-125 mg/dL o Test de Tolerancia a la Glucosa (TTG) alterado
-Obesidad abdominal: en hombres, circunferencia de la cintura igual o mayor a 102 cm; en mujeres, circunferencia de la cintura igual o mayor a 88 cm.
-Historia familiar de enfermedad cardiovascular prematura: en hombres, diagnosticada a una edad menor a 55 años; en mujeres, diagnosticada a una edad menor a 65 años.
-Presión del pulso aumentada: asociado a edades avanzadas (adulto mayor)
Acorde al Ministerio de Salud de Chile, el 80% de las muertes prematuras por enfermedades cardiovasculares podrían evitarse cambiando nuestros hábitos de alimentación por una dieta más saludable, realizando actividad física regularmente y también al abandonar hábitos dañinos como el consumo de alcohol y el tabaquismo [7]. En la Atención Primaria y en el sector privado, todas las personas tienen acceso a exámenes de prevención. Es más, en la red asistencial estos exámenes son gratuitos [8].
En una próxima entrada revisaremos en detalle los factores de riesgo de hipertensión arterial.
Referencias:
[1] Resumen ejecutivo. Guía de Práctica Clínica Hipertensión arterial primaria o esencial en personas de 15 años y más (2018). Subsecretaría de Salud Pública, División de Prevención y Control de Enfermedades, DIPRECE. División de Planificación Sanitaria, DIPLAS. Disponible para descarga en línea.
[2] Censos de población y vivienda (2017). Instituto Nacional de Estadísticas. Disponible en línea.
[3] Encuesta Nacional de Salud 2016-2017 (2017). Departamento de Epidemiología, División de Planificación Sanitaria, Subsecretaría de Salud Pública. Disponible para descarga en línea.
[4] Oliveros E. et al (2020). Hypertension in older adults: Assessment, management,and challenges. Clinical Cardiology 43: 99–107. DOI
[5] Cardiovascular Diseases (CVDs). World Health Organization (WHO). Disponible en línea.
[6] Smith, SC (2007). Multiple Risk Factors for Cardiovascular Disease and Diabetes Mellitus. The American Journal of Medicine, Vol 120 (3A), S3–S11. DOI.
[7] Agosto es el “Mes del Corazón”: Conoce las recomendaciones para cuidar tu salud y prevenir las enfermedades cardiovasculares. Gobierno de Chile, 2 de agosto de 2019. Noticia en línea.
[8] Examen de Medicina Preventiva (EMP) sin costo. Superintendencia de Salud. Artículo en línea.
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