Investigamos la ciencia detrás de algunos remedios caseros para reducir la presión arterial. ¿Cuál conoces? ¿Cuál te ha funcionado? ¡Cuéntanos!
Primero lo primero: ¿qué es la presión arterial?
La presión arterial se refiere a la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias. Por eso, está determinada por el volumen de sangre que el corazón bombea a través del cuerpo (volemia), y por la elasticidad de las paredes de las arterias. La volemia y su viscosidad dependen, entre otros factores, de la ingesta de sodio y agua a través de la dieta: mientras más viscosa es la sangre, el corazón tiene que hacer más esfuerzo para bombear en cada latido porque «percibe» mayor resistencia.
En CENDHY, nuestro proyecto científico se enmarca en la hipertensión arterial, patología que se define como el registro persistente de presión sanguínea alta, que es igual o mayor a 140/90 mmHg. Revisa a continuación las guías clínicas 2018 de la European Society of Cardiology y American Heart Association.
Nuestro mensaje siempre es que la hipertensión se puede prevenir al reconocer a tiempo los factores de riesgo, y controlar, principalmente por medio de controles médicos regulares y hábitos de vida saludables.
La Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Salud recomiendan tomar la presión sanguínea en control médico al menos una vez al año a partir de los 40 años y antes si se tiene antecedentes familiares. Si presentas valores elevados en la visita al médico, se recomienda controlar también en casa. Descarga nuestra guía para controlar la presión en casa en la sección Descargables.
En la sabiduría popular se han difundido «remedios caseros» que aseguran ser capaces de reducir la presión arterial cuando se tiene un cuadro de malestar por una «subida repentina de presión». Estas recetas son muy utilizadas ya que se preparan con elementos cotidianos y prometen tener un efecto inmediato.
En esta entrada investigamos si estos remedios tienen sustento científico, y recomendamos una serie de hábitos que, al ser incorporados en nuestra vida cotidiana, han demostrado ser efectivos en mejorar la salud cardiovascular y proteger de patologías como la hipertensión arterial.
1. Jugo de limón
2. Ajo
3. Aguas de hierbas
Mejor que un remedio casero: hábitos saludables
Revisa nuestra galería de imágenes.
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Referencias: ⠀
Chanet, A. et al (2012). Citrus Flavanones: What Is Their Role in Cardiovascular Protection? Journal of Agricultural and Food Chemistry, 60 (36): 8809–22.
Di Lorenzo, A. et al (2017). Effects of Tea and Coffee Consumption on Cardiovascular Diseases and Relative Risk Factors: An Update. Current Pharmaceutical Design, 23 (17): 2474-87.
Grillo, A. et al (2019). Sodium Intake and Hypertension. Nutrients, Vol. 11(9): 1970.
Kato, Y. et al (2014). Effect on Blood Pressure of Daily Lemon Ingestion and Walking. Journal of Nutrition and Metabolism, Vol. 2014, Article ID 912684.
Rasmussen, CB. et al (2012). Dietary Supplements and Hypertension: Potential Benefits and Precautions. The Journal of Clinical Hypertension, Official Journal of the American Society of Hypertension, Vol 14 (7).
WHO. Guideline: Sodium intake for adults and children. Geneva, World Health Organization (WHO), 2012.
Xiong, XJ. et al (2015). Garlic for hypertension: A systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. Phytomedicine Vol. 22 (3): 352-61.
Yarmolinsky, J. et al (2015). Effect of Tea on Blood Pressure for Secondary Prevention of Cardiovascular Disease: A Systematic Review and Meta-Analysis of Randomized Controlled Trials. Nutrition Reviews, 73(4): 236-46.
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